Así como las personas no somos sólo nuestra apariencia física, el encanto del aceite no radica en su proceso de elaboración en exclusividad, en su original packaging ni su aplicación culinaria, sino en su “cata”.
¿Y qué es “catar” el aceite de oliva?
Catar el aceite es un proceso romántico 🙂 Es fundirse con el producto tras haberlo analizado con todos nuestros sentidos, especialmente el gusto y olfato.
Con nuestros sentidos plenamente concentrados en el aceite de oliva, será como expresemos lo que el producto nos evoca, lo que nos hace sentir.
¿Qué necesito para catar el aceite de oliva?
- Si queremos hacer una cata lo más profesional posible, en lugar de usar un vaso transparente -habitual- , emplearemos una copa opaca para que el color del aceite que estemos “catando” no interfiera en nuestra percepción posterior en boca y nariz.
- Tener buena disposición y capacidad de concentración. Si no estamos completamente implicados y dispuestos a evadirnos de lo que nos rodea, nos resultará verdaderamente complejo percibir toda la riqueza y matices del aceite tanto en nariz como en boca.
- Experiencia !!!. Como cualquier otro producto, necesitamos entrenar nuestros sentidos, probar y probar, repetir y volver a hacerlo.
¿Qué debo evitar hacer en la cata de aceite?
- Ir demasiado perfumado
- Fumar antes de la cata
- Comer antes de la cata
- Intentar “catar” estando resfriados o si padecemos alguna dolencia/afectación que altere nuestra percepción olfativa o gustativa.
- Catar sin efectuar descansos. Si no descansamos, lograremos llegar a la conocida “fatiga sensorial”. Es recomendable inspirar y expulsar el aire por la nariz repetidamente durante los descansos.
¿Cuál es el proceso?
- Echaremos un poco de aceite de oliva en una pequeña copa que taparemos con la mano.
- Iremos “acariciando” ¡dijimos que era un proceso romántico! la copa para atemperarla y lograr alcance una temperatura de 28º. Podemos balancear suavemente la copa para que el aroma se intensifique.
- Levantaremos la mano que hemos usado como tapa para aspirar lenta y profundamente el oro líquido que hemos templado.
Lo primero que debemos preguntarnos es si huele bien o huele mal !!! Así de simple 🙂
- La siguiente pregunta es: me huele a fruta o a verdura ?
- Me huele a fruta fresca o a fruta madura
- A que fruta me huele ? a que verdura?
- Ya con esta sensación y habiendo transcurrido 30 sg aprox. desde la fase olfativa, es cuando procederemos a probar el aceite y descubrir qué sensaciones tenemos en boca. Probamos sólo un poco de aceite !!! No es un trago. Es sólo un poco. Para ello, no hay que ingerirlo deprisa, sino que debemos distribuir el aceite por toda la cavidad bucal para que se impregne y percibir al máximo lo que el aceite quiere ofrecernos.
- Debemos valorar también la sensación que percibimos en el paladar los segundos posteriores a la cata.
Lo que debemos valorar en la cata de aceite son esas notas de su aroma, intensidad, dulzor, amargor, picante, equilibro, relación aroma/gusto, etc. Debemos sentir algo parecido a lo que hemos olido.
Entre aceite y aceite, debemos limpiarnos la boca con trocitos de manzana y agua/agua con gas.
Hemos diseñado esta infografía del proceso de cata, ¡confiamos en que te ayude!

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